HOJA INFORMATIVA

HERMANDAD DE NTRA. SEÑORA DE LOS CAÍDOS DE PARACUELLOS DE JARAMA

Boletín Nº 12 - Octubre 1992


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BEATIFICACIÓN DE 71 HERMANOS DE SAN JUAN DE DIOS Y 51 MISIONEROS CLARETIANOS.

En Roma el día 25 de octubre

Como ya es sabido, el día 25 del corriente mes de octubre, Su Santidad el Papa Juan Pablo II, con la asistencia prevista de varios miles de peregrinos españoles, procederá a la solemne beatificación de dos grupos de religiosos asesinados durante la guerra española "por odio a la fe", según se precisa en los respectivos decretos de la Congregación para las Causas de los Santos. Se trata de 71 Hermanos de la Hospitalaria Orden de San Juan de Dios y de 51 Misioneros Claretianos.

Ya nos hemos referido a los primeros, en números anteriores de nuestra Hoja Informativa, por el especial interés que para la Hermandad de Nuestra Señora de los Caídos de Paracuellos de Jarama representa el hecho de figurar en esa gloriosa relación de mártires, veintidós caídos en nuestro Camposanto. Los restantes fueron víctimas de la persecución religiosa desatada en España en diez otros diferentes lugares del territorio nacional. Cabe citar, especialmente, los siete Hermanos de nacionalidad colombiana, que prestaban su humanitaria labor en el Sanatorio de San José, de Ciempozuelos (Madrid), a quienes las turbas parecieron respetar en un principio, por su condición de extranjeros, siendo evacuados en una camioneta, previamente dispuesta por el comité revolucionario, custodiada por milicianos que debían trasladarlos a Barcelona para su repatriación y que, una vez allí, fueron vilmente asesinados. Reproducimos en otro lugar de este número la historia de este atroz episodio.

Con motivo de la beatificación de sus mártires, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ha editado en Roma un folleto en ocho idiomas con la historia abreviada de los Beatos Braulio María Corres, Federico Rubio y 69 compañeros mártires, que termina con esta oración: 

Oh, Dios, rico en misericordia, que por configurarse con el Cristo compasivo del Evangelio, otorgaste a los Beatos Braulio María Corres, Federico Rubio y Compañeros la gracia de confesar con el martirio su fe en Jesucristo y su consagración a los pobres y enfermos, concédenos por su intercesión ser fuertes en la confesión de tu nombre y fieles en el amor y servicio a nuestros hermanos necesitados. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Unidos a estos Hermanos, serán elevados a la condición de Beatos 51 Misioneros Claretianos del Corazón de María, martirizados en Barbastro (Huesca). No podemos por menos de evocar aquí su trágica y gloriosa historia. "Estos heroicos cristianos -dice Mons. Damián Iguacen-nos están proponiendo, con su vida y con su muerte, un cristianismo que se enfrente con nuestra pusilanimidad y cobardía". Y añade el prelado: "Se buscan hoy explicaciones, pero entonces todo fue más sencillo: eran católicos, eran religiosos, eran «curas» y tenían que morir".

Un dato poco conocido y que enaltece aún más el heroico sacrificio de los prisioneros, la mayor parte de ellos jóvenes de 21 a 25 años, fue el procaz asedio de un grupo de desgraciadas milicianas sobre ellos. Si ninguno incurrió en apostasía de su fe. ninguno tampoco cayó en la tentación artera que se les tendía con promesas de libertad. El día 2 de agosto de 1936 fueron fusilados los tres Superiores del grupo; el día 12, seis nuevos miembros de la Orden; el 13, veinte misioneros más; el 15, otros veinte, y por fin, el 18, los dos últimos, jóvenes seminaristas que, por enfermedad, habían permanecido internados en el hospital hasta que, al ser dados de alta el día 15,corrieron la misma trágica y gloriosa suerte que sus compañeros. La última pregunta del jefe del pelotón de ejecución:

—¿A dónde queréis ir: al frente a luchar contra el fascismo o ser fusilados? Ir al frente era, naturalmente un eufemismo. Todos sabían que significaba renegar de su fe y de su condición religiosa.

—Preferimos morir por Dios y por España. ¡Viva Cristo Rey! Una descarga segaba aquellas vidas preciosas, hoy camino de los altares.