HOJA INFORMATIVA
HERMANDAD DE NTRA. SEÑORA DE LOS CAÍDOS DE PARACUELLOS DE JARAMA
Boletín Nº 6 - Octubre 1990
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NUEVAS VICTIMAS DE LA GUERRA CAMINO
DE LOS ALTARES
Once sacerdotes y un seminarista de Toledo, en proceso de
beatificación
El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Monseñor Marcelo González Martín, ha
abierto el proceso de beatificación y canonización de Liberio González Nombela,
José Polo Benito, otros nueve sacerdotes más y un seminarista de la diócesis
toledana, asesinados durante la persecución religiosa desatada en España en
julio de 1936. El acto de apertura del proceso tuvo lugar en la catedral de
Toledo en una ceremonia a la que asistieron numerosos fieles.
Durante la ceremonia el cardenal primado afirmó: "Con estas causas de
beatificación no introducimos ningún factor de discordia en la vida española.
Obramos con absoluta fidelidad a algo que está por encima de los hombres, en
primer lugar, porque debemos conservar y vivir la memoria de nuestros mártires y
con eso no hay implicación ninguna de amparo y protección de ideologías
enfrentadas unas con otras".
"Conservar y vivir la memoria de los mártires -añadió- es un deber de cristiano.
Queremos encontrar más motivos para amar a la Iglesia, porque cuando se logran
estas beatificaciones el corazón se ensancha al contemplar a esta Iglesia, madre
fecunda, que en cualquier momento de la historia engendra estos hijos".
En otro momento de su intervención mostró su deseo sincero de que en España "se
reconozca la grandeza de los ideales donde esta grandeza se dé". Señaló que "si
hay grandeza en otros ideales, que se reconozca también y de hecho ya se
encargan otros de hacerlo, exista realmente o no esa grandeza".
P. Félix García. Roto casi el navío
(Biblioteca Nueva)
El libro "Roto casi el navío..." del Padre Félix García" O.S.A. es una joya
bibliográfica de imposible adquisición. Nosotros tenemos un precioso ejemplar
debido a la generosidad del P. Crisógono García. Su autor escribió en una nota
preliminar: "Estos versos brotaron en los días más enloquecedores y tenebrosos
del Madrid barbarizado..." He aquí unos fragmentos del hermoso "Romance del
Escorial") dedicado a sus hermanos Caídos en odio a la Fe, de los que 63
descansan en las zanjas de Paracuellos.
Hasta El Escorial subió
la marejada sangrienta.
A los monjes se llevaron
una mañana siniestra.
El templo quedó sin
alma, sin vida la fortaleza,
el coro sin cantorales,
sin textos la Biblioteca,
sin reliquias el museo,
las tumbas sin osamentas,
el paisaje sin miradas,
sin vigías las estrellas...
¿Dónde están los monjes? ¿Dónde
los sabios y masoretas,
que tu gloria pregonaban
y que con manos expertas
custodiaban tus tesoros,
decían tus excelencias,
y eran aves que poblaban el
frondaje de tu selva?
A
los monjes se llevaron
una mañana siniestra.
Como delincuentes van,
como reos a galeras,
que el crimen de amar a España
y a Dios, es crimen de cuenta,
y han de saldar con la vida
su inaudita delincuencia...
En un agosto inclemente
se hizo la tremenda siega
y en gavillas se llevaron
a la prisión la cosecha,
en madurez para el cielo,
en sazón de vida eterna.
Fue en agosto el acarreo;
en noviembre fue la siembra.
Siembra de sangre de mártires,
grano de vid opulenta
que el crimen y la maldad
en trágico lagar prensan.
Bajo el hielo de noviembre
marchan por la carretera
los monjes hacia la muerte...
¡Qué lejos Escorial quedas!
¡Qué desolados tus muros!
¡Qué despobladas tus celdas!
A la vera de los monjes
van los hoscos centinelas
armados hasta los dientes,
armados de odio y blasfemias...
¡Qué cerca el cielo! ¡Qué lejos,
qué lejos queda la tierra!...
Tú, dulce Juan Monedero,
tú, transido de fe, acercas
la lámpara de tu amor
al odio de su vileza,
y, como Cristo, bendices
las manos que os golpean.
Y bendices a tus monjes
y abrazas por vez, postrera...
En la noche desolada
sobre sus nobles cabezas
desde el azul infinito
cayó como lluvia buena
la bendición del Señor
y el llanto de las estrellas.