HOJA INFORMATIVA
HERMANDAD DE NTRA. SEÑORA DE LOS CAÍDOS DE PARACUELLOS DE JARAMA
Boletín Nº 3 - Octubre 1989
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A vosotros nos dirigimos, descendientes de los Gloriosos Caídos de Paracuellos
de Jarama. Os convocamos para honrar su santa memoria. Acercaos al Campo Santo
en que yacen, orad en su recinto y por su intercesión pedid al Señor las gracias
que preciséis en vuestras tribulaciones.
Acudid a las Asambleas de esta Hermandad, que os pertenece, participad en ellas.
Vuestra presencia es precisa para conocer su desenvolvimiento, sus actividades y
vicisitudes. Aportad ideas y sugerencias. El tiempo transcurre inexorable y
pronto, en natural sucesión, habréis de asumir la responsabilidad de conservar
la sagrada memoria de nuestros Caídos y su Campo Santo.
Ellos forman la gran legión de héroes y de mártires sacrificados en ocasión de
uno de los más sangrientos y grandiosos episodios de la Historia de España y de
la Iglesia. En su número se cuentan por docenas los que en este momento tienen
en Roma proceso de beatificación o canonización.
Las arenas de este Campo Santo están empapadas de la sangre bendita y santa de
más de ocho mil mártires. La misma que vivifica vuestros cuerpos y los nuestros.
Recibimos de ellos apellidos ennoblecidos por la grandeza de la Causa por la que
rindieron sus vidas. También su espíritu ha de nutrir nuestro espíritu, nuestras
almas. Dieron la vida por Dios y por la Patria, por no renegar de su fe
religiosa ni abdicar de su amor a España. Las últimas palabras que salieron de
sus pechos en el trance supremo, frente a los fusiles y las ametralladoras,
fueron las de ¡¡Viva Cristo Rey!! y ¡¡Viva España!! o ¡¡Arriba España!! El amor
a la Patria es también una virtud cristiana, en la doctrina de S. Santidad Juan
Pablo II.
Llamamos a vuestras conciencias de cristianos y de españoles. Contáis con las
especialísimas bendiciones de los Pontífices Pío XI y Pío XII para los
familiares de los mártires de la Guerra de España.
Unidos en la memoria del sacrificio de nuestros padres, hermanos y abuelos
aguardamos vuestra asistencia y vuestra colaboración.
LA JUNTA DIRECTIVA
MEMORIA DE
LOS RELIGIOSOS AGUSTINOS INMOLADOS EN PARACUELLOS
La fotografía (boletín original) reproduce el cuadro-alegoría del enorme
sacrificio de Religiosos Agustinos en Paracuellos de Jarama, obra del pintor
Pedro Martínez Tavera que se conserva en la Sala de Capas del Real Monasterio de
San Lorenzo de El Escorial.
La gloriosa Orden de San Agustín es una de las que más religiosos aportó al
Martirologio español en la persecución religiosa de 1936-1939, desde el comienzo
hasta el fin de ella, cuando a punto de concluir la guerra, el 7 de febrero de
1939, en el lugar de Can Tretze (Gerona) fue sacrificado el P. Anselmo Polanco,
obispo de Teruel, con otros cuarenta compañeros de cautiverio. Probablemente son
los últimos mártires de aquella persecución y el proceso de beatificación del
santo Prelado parece estar muy adelantado en Roma.
Pero el lugar de máximo martirologio agustiniano, no sólo en tal persecución, sino también de todos los tiempos, es el Campo Santo de Paracuellos de Jarama. Nada menos que SESENTA Y OCHO religiosos de la Orden elevaron sus almas a la Gloria al borde de sus zanjas, en tres diferentes "sacas" del mes de noviembre, de ellos SESENTA Y DOS en los días 28, en que murió el Provincial de Casulla, P. Avelino Rodríguez, y el 30, en que fue literalmente segada la flor de la provincia agustiniana castellana, con el Asistente General de la Orden P. Mariano Revilla.
"Murieron haciendo confesión pública de su fe y perdonando a sus verdugos", como leemos en el Boletín de la Provincia Agustiniana Matritense n.° 71, Nov. 1986. La Causa de canonización de todos ellos se halla adelantada en Roma.