HOJA INFORMATIVA

HERMANDAD DE NTRA. SEÑORA DE LOS CAÍDOS DE PARACUELLOS DE JARAMA

Boletín Nº 1 - Enero 1989


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A  LOS  HERMANOS  Y  SIMPATIZANTES

La conveniencia de establecer una elemental comunicación en torno a la Hermandad y a su tarea esencial, que lo es la atención y asistencia de nuestro Camposanto, nos mueve a iniciar la distribución de esta HOJA, con periodicidad trimestral (excepto el tercer trimestre del año), en la que insertaremos en lo posible las sugerencias y comunicaciones que recibamos.

Al cabo de cincuenta y dos años del inmenso holocausto de Paracuellos (así lo calificó monseñor D. Antonio Montero, en su "Historia de la persecución religiosa en España 1936-39"), los hijos y nietos de aquellos mártires nos sentimos obligados en conciencia a prestar apoyo de toda índole para la conservación y divulgación de su gloriosa memoria y para el decoro del Camposanto en que reposan sus venerables restos.

Y al hablar de "mártires" debemos precisar una vez más que lo hacemos sin prejuzgar su condición de tales; nos referimos a ellos en los términos genéricos que en su tiempo utilizaron los Sumos Pontífices Pío XI y Pío XII y en 1980, S.S. Juan Pablo II en relación a los mártires de Otranto.

En el tiempo que vivimos, desprovistos de toda ayuda de Corporaciones públicas, la Hermandad tiene a su exclusivo cargo la honrosa misión de atender todas las necesidades del Camposanto y de los cultos ofrecidos a la santa memoria de nuestros mártires, correspondiendo asía la particular y especialísima bendición que se dignó concedernos S.S. Pío XII en Abril de 1939 con inolvidables palabras: "BIENAVENTURADOS SOIS VOSOTROS, LOS FAMILIARES DE LOS MÁRTIRES. YO ENVIÓ UNA BENDICIÓN ESPECIALÍSIMA PARA LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES Y PARA SUS FAMILIARES".

La Junta Directiva

LII ANIVERSARIO DE NUESTROS MÁRTIRES

Resultó consolador el incontable número de personas que llenas de fervor concurrieron en días sucesivos a los actos litúrgicos organizados por la Hermandad con motivo del cincuenta y dos aniversario del gran holocausto de Paracuellos de Jarama. En la Capilla del Camposanto se ofició el Santo Sacrificio de la Misa de los días 6,7; 13, 27 y 28 de Noviembre y el 4 de Diciembre, fechas mas señaladas del inmenso martirologio, en sufragio y memoria de los Caídos que en número superior a ocho mil fueron allí inmolados por causa de su fidelidad a Dios y a la Patria.

Familiares y deudos de los mártires recorrieron continuamente las enormes zanjas donde reposan los venerables restos, rezando y distribuyendo flores entre las cruces que señalan el lugar de tan inolvidable sacrificio.

Paralelamente a la concurrencia de fieles es de señalar que las colectas efectuadas en los sucesivos días de cultos, resultaron más abundantes y generosas para la Hermandad que en años precedentes. Dios Nuestro Señor lo pague a los entusiastas donantes.
 

Conmemoración del 7 de Noviembre

Especial relevancia tuvieron las ceremonias religiosas y actos celebrados en la mañana del lunes 7 de Noviembre, en cuyo día se recuerda la cifra máxima de sacrificados en una sola jornada: más de mil trescientos presos procedentes tan sólo de la cárcel Modelo. El celebrante, también excautivo de las prisiones de Bilbao, en su larga y emocionada homilía, se refirió al fervor religioso que se respiraba en las prisiones rojas, en las que se rezaba sin parar", como en los monasterios o en las catacumbas romanas,  ambiente en el que se forjaron para el sacrificio las almas de los reclusos.

Al concluir la oración fúnebre, el sacerdote recordó las hermosas palabras de S.S. Pío XII dirigidas a los mártires de España y a sus familias, en su mensaje a los españoles del 16 de Abril de 1939, concebidas en los siguientes inolvidables términos:

-"Bienaventurados sois vosotros, los familiares de los mártires. Yo envío una bendición especialísima a los mártires y a las familias de los mártires españoles".

Terminada la misa, los fieles que abarrotaban la Capilla se trasladaron a las zanjas correspondientes al día 7, para rezar un responso y hacer la tradicional ofrenda floral. También se rezó la oración de tos Caídos y finalmente, el Presidente de la Hdad., D. José A. García-Noblejas, cerró los actos con los gritos con que murieron la mayoría de los inmolados, -"¡Viva Cristo Rey!" y "¡Viva España!", coreados unánimemente por los presentes.

Memoria de los PP. Agustinos

Debemos destacar igualmente la santa Misa del 28 de Noviembre que con íntima solemnidad celebraron los PP. Agustinos de la Provincia Matritense de dicha Orden. Nada menos que sesenta y ocho religiosos de ella, muchos de ellos ilustres en las Ciencias teológicas y humanas, Académicos y Profesores de Universidad, fueron fusilados aquí en tres diferentes "sacas" del mes de Noviembre de 1936. Y otros más, hasta un total de ciento ocho, dieron su vida en diferentes circunstancias en el mismo contexto de la persecución religiosa de los años 1936-39. El actual Prior Provincial, P. José-Miguel Orcasitas, concelebró el santo sacrifico de la Misa con otros seis PP. de su Orden y en su homilía recordó magistralmente a sus hermanos muertos, con profundo sentido teológico.

Entre otras palabras dijo:
    -"Su experiencia (la de los mártires) fue ante todo una experiencia de fe, vivieron en la cárcel dispuestos a entregar su vida por Dios. El juicio justificativo de su condena a muerte, se
redujo en muchos casos a la sola confesión de su condición de religiosos. No hubo renegados. No hubo blasfemos. Murieron haciendo confesión pública de su fe y perdonando a sus verdugos".

Actos litúrgicos finales

Concluyeron los actos conmemorativos de este aniversario con la Misa del domingo día 4 de Diciembre, correspondiente a la misma fecha del año 1936 en que cesaron radicalmente las siniestras "sacas" carcelarias en el Madrid rojo, San Antón, Portier y Ventas (puesto que la Modelo fue totalmente evacuada el día 16 de Noviembre), merced a la energía del nuevo Director de Prisiones, Melchor Rodríguez, hombre de grandes valores humanos, aun no siendo católico, cuya memoria debe recordarse con amor y gratitud.

Ofició la santa Misa el limo. Sr. Vicario diocesano de la zona, D. Justo Bermejo pronunciando sentida homilía en memoria de los mártires. Nuevamente la Capilla se vio desbordada por la masiva afluencia de fieles, que a seguida visitaron otra vez las distintas zanjas del Camposanto, orando ante ellas y alfombrando de flores la tierra bendita que cubre los venerados restos.

Por último, el ilustre oficiante dio lectura a la oración por los Caídos, seguida con emoción por todos tos presentes. Y unidos íntimamente al contenido de su párrafo final, lo reproducimos a continuación, finalizando con ello esta breve crónica:

-"Señor, tú que sabes lo efímero de esta vida, bendice los sueños de los que cayeron. Ten en Tu divina presencia a tos que tanto te amaron, amando tanto a la humanidad. Guíalos por Tu Reino, para que desde los luceros inspiren nuestros actos y Tu nombre sea bendecido y alabado por tos siglos de los siglos".

ALABANZA DE LOS MÁRTIRES DE PARACUELLOS

A la vista del campo de Paracuellos, el historiador y archivero de la Real Academia de la Historia, D. Arsenio de Izaga, compañero que fue de los mártires en su prisión, escribió así:

-"Yo que conocí el temple de sus pechos lo adiviné cuando vi que salieron de su prisión con los resplandores de los escogidos—Ninguno renegó allí de sus convicciones religiosas y patrióticas. Ninguno dio allí la más leve prueba de vacilación ni de flaqueza de espíritu. Todos se negaron a prestar adhesión al régimen que los estaba envileciendo ante el mundo, a pesar de que se les ofrecía como el único medio de salvarse. Todos se animaban entre sí y oponían a las blasfemas imprecaciones de sus verdugos su fe de creyentes y su altivez de españoles. Todos recibían la helada caricia de las balas como el galardón eterno que el Cielo les tenía prometido, y el beso que la Patria imprimía en su frente de Cruzados. Y no se había extinguido el eco de la última descarga, cuando aún resonaba en el espacio su vibrante grito de despedida, ¡Viva Cristo Rey!, ¡Viva España!".

"...Tenéis que convenir por lógica e ineluctable consecuencia de los hechos, en que al morir por lo que murieron, fueron todos mártires de Cristo y mártires de España... ¡No los olvidéis nunca!... ellos ganan batallas después de muertos".

(De su libro "Los presos de Madrid", en el cual, después del "nihil obstat", el censor consideró necesario añadir esta extraordinaria nota: -"Me ha edificado este libro. Es todo él una exaltación viviente de nuestra fe y una gran lección de moral—Grande escuela de fe es el dolor y aquí da sus mejores frutos. Cristo N.S. vino a instaurar sus valores religiosos junto a la Cruz, imán levantado en medio mundo, donde todos los hombres se encuentran").

LOS MÁRTIRES CONTEMPORÁNEOS EN LA DOCTRINA DE S.S. JUAN PABLO II

El 5 de Octubre de 1980, el Sumo Pontífice felizmente reinante, S.S. Juan Pablo II, se trasladó a la villa de Otranto al sur de Italia, para conmemorar el V Centenario de los ochocientos Otrantinos sacrificados por los sarracenos, pronunciando dos preciosas y oportunas alocuciones.

Al iniciar la publicación de esta HOJA INFORMATIVA creemos conveniente traer a ella, para mejor conocimiento de todos, algunos párrafos de las luminosas y magistrales palabras del Santo Padre, que establecen doctrina:

-"Nos ha hecho venir aquí la veneración hacia el martirio, sobre el cual se construye, desde el comienzo, el Reino de Dios, proclamado e iniciado en la Historia humana por Jesucristo".

"El martirio es una gran prueba, en cierto sentido es la prueba de la dignidad del hombre delante de Dios mismo. Es difícil a éste propósito, decir más de lo que afirma precisamente el Libro de la Sabiduría: -"Dios los probó y los halló dignos de Sí.

"A través de esta prueba han pasado en el curso de la historia, numerosos confesores y discípulos de Cristo. A través de esta prueba pasaron los mártires de nuestro siglo, mártires frecuentemente desconocidos, aun cuando no se hallan lejos de nosotros".

"El cristiano ama a su Patria terrena. El amor hacia la Patria es una virtud cristiana; sobre el ejemplo de Cristo los primeros discípulos manifestaron siempre una sincera "pietas". un profundo respeto y una limpia lealtad en relación con la Patria terrena".

"Muy frecuentemente se trata de calificar a los mártires como culpables de reatos políticos. También Cristo fue condenado a muerte aparentemente por este motivo... Por esto no olvidemos a los mártires de nuestro tiempo. No nos comportemos como si no existieran. Demos gracias a Dios porque ellos han superado victoriosamente la prueba ...Permanezcamos en comunión con los mártires".