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Valle de los Caídos. Que lo trasladen a Paracuellos

Libertad Digital:  29 de octubre de 2004

 

Por Federico Jiménez Losantos.

“A lo mejor es la forma rubalcabiana de ayudar a Blas Piñar a poner en pie un partido de extrema derecha que le quite votos al PP, que es asunto que les obsesiona desde Jesús Gil, pero quizás sea sólo otra manifestación de incompetencia cainita”

 

Los lectores de Libertad Digital y oyentes de la COPE que participaron en la pregunta de ayer a propósito de la última ocurrencia del gran Luis Yáñez  votaron por abrumadora mayoría (un 60%) que cuando el PSOE resucita la guerra civil es porque se ha quedado sin argumentos. Además, un treinta por ciento decía que antes de hablar de Franco y del Alzamiento de 1936, los del PSOE deberían empezar por pedir perdón por su golpe de Estado contra el Gobierno legítimo de la República en 1934. Y, de paso, que hagan lo mismo sus socios de ERC por el golpe de Companys, en vez de homenajearlo.

 

Pero la síntesis casi perfecta entre ignorancia, sectarismo e incompetencia no deja de producir noticias en el Ejecutivo zapateril. No sabemos si para disimular el fiasco de los Presupuestos o para difuminar el chantaje de Vera a González y de González a Zapatero, el Gobierno ha anunciado que piensa tomar medidas para anular o disminuir la simbología franquista del Valle de los Caídos. Al que, por cierto, no va casi nadie. A lo mejor es la forma rubalcabiana de ayudar a Blas Piñar a poner en pie un partido de extrema derecha que le quite votos al PP, que es asunto que les obsesiona desde Jesús Gil, pero quizás sea sólo otra manifestación de incompetencia cainita. Este es el peor Gobierno de la democracia, el de nivel intelectual y político más bajo, incluidos todos los de González, así que tampoco es de extrañar que se les ocurra siempre lo mismo: ganarle la guerra a Franco. Un poco tarde.

 

Pero si lo que les molesta es el aspecto franquista del valle de los Caídos lo que pueden hacer es trasladar la gigantesca cruz y la ciclópea base evangelística de Juan de Avalos a un lugar que conmemora la más feroz masacre del Frente Popular bajo presidencia del PSOE: Paracuellos de Jarama. Así no habría que entrar en el régimen franquista, porque los fusilamientos en masa de católicos y derechistas, incluyendo menores de edad, se perpetraron mucho antes de que Franco ganara la guerra y muchísimo antes de que se edificara el Valle de los Caídos. Hay una cruz  grandota hecha con piedras blancas en el monte de Paracuellos, pero que sólo se ve por avión y que está desvaída por el tiempo y amortizada por la reconciliación nacional que, hasta que el PSOE decidió reabrir las trincheras de la guerra civil para tapar las fosas del GAL y la corrupción, era el hecho político indiscutido e indiscutible de la Transición.

 

Ahora bien, con la nueva documentación soviética que acredita de forma indiscutible la responsabilidad del Gobierno Largo Caballero y de Carrillo en aquella masacre, Paracuellos podría ser un buen lugar de peregrinación ciudadana y de educación política de los jóvenes. Ahí podría estudiarse la persecución de los católicos, la peor de la historia, y la auténtica realidad de la llamada “legalidad republicana”. Si después del traslado quedase dinero, Solbes puede instalar en los sótanos del Banco de España el Museo Negrín sobre el latrocinio socialista de España, desde el oro entregado a Stalin hasta las cajas particulares robadas por Prieto y trasladadas a México en el “Vita”. Y ahí podría empezar el tour de las checas de Madrid, empezando por la de Bellas Artes-Fomento y terminando en el Pardo, donde despellejaron vivo a Andreu Nin. Si hay que hablar de la Guerra Civil, hablaremos de toda la guerra civil, no sólo de lo que de ella sepa Carmen Calvo. O Zapatero, que es el auténtico responsable de esta empresa.


Diálogos

 

Diálogo con Pío Moa que tuvo lugar el jueves 14 de octubre entre las 18:00 y las 19:00 horas. En Libertaddigital.

 

P: ¿Cómo valora el estudio de Javier Cervera "Madrid en guerra, 1936-1939" y la exculpación que hace de Carrillo a propósito de "las sacas"?

 

R: El libro es bastante bueno, pero cae a veces en esa oficiosidad de la derecha que quiere hacerse simpática a la izquierda. Sobre lo de Carrillo no puede haber duda alguna. Esas cosas debieran quedar ya para la historia, sin repercusión en la política actual, ese fue el trato, por así decir, de la Transición. Pero como la izquierda se empeña en utilizar el pasado como arma presente, habrá que recordarles con claridad lo que realmente ocurrió.

 

P: ¿Qué opina de la Asociación para la defensa de la Memoria Histórica y de sus operaciones arqueológicas en busca de fosas comunes? ¿Dónde cree que hubo más víctimas y más ensañamiento?

 

R: Es la clásica "recuperación de los odios y los rencores históricos". Llevan cinco años con esa historia, han encontrado 200 cadáveres, aunque afirman por las buenas que hay 30.000, Muchos de esos cadáveres son seguramente caídos en combate. Han tenido fiascos como el enorme "paracuellos" que creyeron encontrar en Granada y que resultó un osario de animales... En fin, un desastre. El número de víctimas por los dos lados fue muy parecido, aunque resulta proporcionalmente mayor el de las izquierdas, ya que sólo pudieron actuar en la mitad del país. Y quedan los verdaderos olvidados: las víctimas de izquierdas asesinadas por las izquierdas.

 

Diálogo con César Vidal que tuvo lugar el martes 5 de octubre entre las 18:00 y las 19:00 horas. En Libertaddigital.

 

P: Estoy releyendo las checas, ¿en las fosas de Paracuellos siguen estando enterradas personas? ¿La Asociación para la recuperación de rencor las estudiará?

 

R: En conjunto se enterraron unas cinco mil personas en números redondos pero no creo que nadie desee desenterrar nada de Paracuellos.

 

Diálogo con César Vidal que tuvo lugar el martes 26 de octubre entre las 17:00 y las 18:00 horas. En Libertaddigital.

P: Tengo entendido que va a publicar un libro sobre los asesinatos de Paracuellos 1. ¿Cuánta gente murió en Paracuellos del Jarama? Yo tengo un familiar que fue asesinado y era menor de edad, 2. ¿Era esto lo habitual?

 

R: 1. Algo menos de cinco mil personas. Es la mayor matanza de la guerra civil española y una de las mayores de la Historia antes de la segunda guerra mundial. 2. Vino precedida por otras matanzas en masa, pero, sin duda, las superó con mucho.

P: Actualmente se está comentando que la guerra civil empezó con el golpe de 1934. Pero qué opina del proceso revolucionario de enero de 1932 llevado por los mismos que dieron el golpe del 34 (socialistas, independentistas, anarquistas. Hubo revolución en Cataluña, Andalucía, La Rioja, País Vasco... en Madrid incluso se apoderaron del Ministerio de la Guerra y del Palacio de Comunicaciones.

 

R: Lo que dice usted es cierto y también es verdad que esos mismos combatieron en el bando frentepopulista en el 36. Con todo, la ruptura del sistema repúblicano no se da hasta la sublevación del PSOE y ERC en octubre de 1934. La diferencia entre una amenaza importante y el final del sistema vino marcada por lo tanto por socialistas y nacionalistas y de ahí su enorme responsabilidad en lo que sucedió después.

P: ¿Fue limpio y ajustado a la legalidad el proceso contra José Antonio Primo de Rivera? Es que ya que se ponen a anular procesos.... lo mismo ese debería de entrar también, ¿no cree usted?

 

R: Es una cuestión histórica que exige mucha matización. Las acusaciones se correspondían con la realidad, pero es más que dudoso que el tribunal fuera imparcial y que presentara garantías para el acusado. 2. No le quepa duda de que si han decidido rehabilitar a Companys no faltará quien pida la revisión del caso de José Antonio y de decenas de millares a los que se fusiló sin proceso. Al final, el disparate de ZP va a acabar abriendo heridas que estaban cerradas.


 

¿Quién derribó el avión del Doctor Henny?

Libertad Digital del 15 de octubre de 2004

Por César Vidal

A finales de 1936, en las cercanías de Guadalajara, fue derribado un Potez 54 en el que viajaba el Dr. Henny, delegado de la Cruz Roja. Inmediatamente, la prensa de la España controlada por el Frente popular acusó del hecho a la aviación nacional. Pero, en realidad, ¿quién –y sobre todo– por qué derribó el Potez 54?.

Durante la noche del 8 de diciembre de 1936, el ministerio de la guerra manifestaba en su parte radiado que: "A las 18 horas de hoy, cuando volaba sobre la provincia de Guadalajara, ha sido criminalmente atacado y derribado por la aviación fascista el avión correo que hacía el servicio entre Madrid y Toulouse". Al día siguiente, la noticia era recogida por la prensa de la zona frentepopulista en términos semejantes. Política, el órgano de prensa de Izquierda Republicana, anunciaba en titulares que un avión de pasajeros de la compañía Air France había sido abatido "por un caza faccioso". Por su parte, "La Voz" anunciaba que "El avión correo Toulouse-Madrid ha sido ametrallado por los trimotores fascistas" y "Alemania vuelve a disparar contra Francia". Además la información incluida en este medio, señalaba que "el avión francés... tuvo que resignarse a recibir las descargas de las ametralladoras facciosas... Ametrallado bárbaramente, tomó tierra con bastante violencia en Pastrana, resultando heridos todos sus ocupantes, entre los cuales se halla el Dr. Henny, enviado a Madrid por la Cruz Roja internacional. Con él venían otros cuatro pasajeros: los periodistas franceses Delaprés, corresponsal del gran diario "Paris Soir" y M. Chateau, de la Agencia Havas, y dos señoritas que acompañaban en calidad de Secretarias al Doctor Henny".

 El parte radiado del ministerio de la guerra planteaba un supuesto –el del ataque por aviones nacionales a un avión civil francés– que no sólo encontró eco en la prensa de la España del Frente popular, sino también en la extranjera. Por ejemplo, Le Jour de París, repetía el día 9 esa misma versión aunque aprovechaba para atacar a los que habían vendido aviones franceses al gobierno republicano y a éste que utilizaba en el cielo de Madrid en misiones civiles un aparato semejante a los usados en acciones de guerra corriendo el riesgo de ataques.

 Con todo, aquella versión iba a durar muy poco. El 21 de diciembre, el mismo Le Jour publicaba un extenso reportaje sobre el tema firmado por su redactor J. Vilbert. Para el mismo había contado con el testimonio importantísimo de las hermanas Pleytas que viajaban en el avión derribado y que, en contra de lo relatado por "La Voz" no eran secretarias de M. Henny, siquiera por su condición de adolescentes. Las hermanas contaban que, al llegar, el avión, un Potez-54 de la embajada francesa, se hallaba ocupado pero fue inmediatamente desalojado para dar cabida a los componentes de la nueva expedición entre los que se encontraba Henny, el empleado de la Cruz Roja. El avión había despegado y volaba a cierta altura cuando apareció un monoplano – según las hermanas – de color verde con banderas rojas que comenzó a disparar. Tocado, el aparato Potez 54, que pilotaba un tal Boyer, logró aterrizar, no sin sufrir un capotazo, en un campo cercano a Pastrana. Tanto Henny como Chateau habían sido heridos en una pierna. Por su parte, Delaprée había sido alcanzado gravemente y fallecería unos días después.

 Las versiones eran ciertamente divergentes y exigen una aclaración histórica. ¿El avión fue atacado, quizá por error, por la aviación nacional o, por el contrario, los agresores fueron aviones del Frente popular? Hoy por hoy, la respuesta al enigma no admite duda alguna. A diferencia de lo señalado por la prensa republicana, el avión Potez 54 no pertenecía a Air-France sino a la embajada francesa y su destino era el envío de la valija diplomática y la evacuación de ciudadanos franceses. A bordo del aparato, como ya hemos indicado, viajaba el Dr. Henny que tenía la posibilidad de llegar a Francia, primero, y a Ginebra después con una finalidad muy concreta, la de informar a las autoridades pertinentes de los crímenes que las fuerzas del Frente popular estaban llevando a cabo en Madrid. De entre éstos, destacaba por su importancia las matanzas que habían tenido lugar en noviembre de 1936 en Paracuellos. El número de fusilados en el curso de este episodio rondó los cinco mil lo que constituía no sólo un hecho sin paralelo en la Historia de España, sino también casi el doble de los ejecutados por Franco en Madrid durante toda su dictadura. Naturalmente, semejante hecho –que hoy merecería el calificativo de genocidio –era de enorme interés para la opinión pública internacional.


COMPANYS Y LOS REPRESALIADOS POR EL FRANQUISMO

 

Revista del «Club de Opinión Encuentros». Número 137. 22 de octubre de 2004

 

Por Luis Fernando de la Sota

 

A veces, lo peor de los tiempos políticos que estamos viviendo no es tanto la perplejidad en que nos sume  la indefinición sobre temas capitales, o la inquietud que nos asalta al conocer algunas medidas sociales o económicas, o la preocupación ante determinados actos del; ejecutivo, sino la irritación que nos producen algunas declaraciones o proyectos de representantes de ese mismo gobierno o de la clase política dominante que falseando torticeramente la historia reciente, vienen a intentar convencernos  de que somos tontos, desmemoriados, o lo que es peor,  simplemente ignorantes.

Primero ha sido el anunciado proyecto de una comisión interministerial que pretende reparar y desagraviar la memoria histórica de los "represaliados" por el régimen de franco en la guerra civil española, en el que no se precisa si se refiere solo, a los que sufrieron algún tipo de represalia física, laboral o administrativa, por profesar o defender sus ideas, en cuyo caso nos parece bien, aunque algo tarde, ese reconocimiento, para terminar de una vez de restañar las heridas de aquella contienda… o también se intenta "desagraviar" a los que fueron condenados por ser los autores de los fusilamientos de Paracuellos, a los torturadores de las checas, o a los integrantes de las siniestras "brigadas del amanecer", que sembraron de cadáveres las tapias de los alrededores de Madrid y de otras tantas ciudades, en las madrugadas de aquellos años.

Y ahora Carod Rovira exige en el parlamento que también se restituya la memoria histórica y que España pida perdón por su fusilamiento tras la guerra. El PSOE matiza que le parece bien lo primero pero que este Estado español no es heredero de aquel y por lo tanto no tiene por que subrogarse en aquellas responsabilidades.  Que se sepa el Partido Popular no ha comentado ni siquiera este hecho.

Se sigue revolviendo el charco. No han sido suficientes setenta años desde todo aquello qué a las nuevas generaciones de españoles les suena a algo muy viejo y muy poco cercano, y en lugar de intentar que se cierren aquellas páginas tristes y dramáticas de nuestra historia se siguen sacando ala luz personajes y conductas de una forma distorsionada y falaz, porque, aunque lejos, muchos españoles de la turbia biografía del que fue Presidente de la Generalitat, y de lo que ocurrió en Barcelona en aquellos años.

¿No sería mejor dejarlo? Porque si se empeñan en presentarnos a un Companys héroe de la resistencia antifascistas, libre de polvo y paja, habrá, que desempolvar a los miles de victimas y represaliados en los fosos de Monjuích  o en las checas barcelonesas de las que fue responsable durante su mandato.

Y como decía la otra noche Cesar Vidal, en la Linterna no conocemos los cargos que se le imputaron en el juicio que le sentenció a muerte, pero seguramente para la legislación de la época seguramente  no fue injusta.


 

UN GRAN ARTÍCULO CON UN GRAN ERROR

 

Por Pío Moa

 

   Muñoz Molina ha escrito un gran artículo sobre las raíces del terrorismo que venimos sufriendo muchos años, ahora con más brutalidad que nunca.  Una nota a destacar sobre el País Vasco: “Las madres, que en cualquier sociedad normal procuran inducir la templanza en sus hijos, en esa tierra han azuzado con frecuencia a los suyos”. Muchos somos testigos de madres y abuelas degeneradas por la basura de Sabino Arana, que mostraban impúdicamente su alegría cuando algún “español” era asesinado por los “gudaris”, normalmente por la espalda, como corresponde al valor de  esa mezcla de sabinianos y marxistas, usurpadores de la “idiosincrasia vasca”. Cuando un número considerable de madres y abuelas han llegado a tal degradación moral y han perdido cualquier rastro de aquellas cualidades femeninas que suelen frenar la barbarie, esa sociedad sufre un embrutecimiento profundo, y ha dado pasos muy largos en el mismo sentido que en otros tiempos los dio Alemania. No olvida Muñoz Molina al clero simpatizante de los asesinos, pues el clero nacionalista ha sido uno de los principales canales, si no el principal, por donde ha fluido el cieno de odio que hoy anega la conciencia de tantos vascos. 

     Ni olvida el escritor cómo la misma miseria, algo más disfrazada, algo más hipócrita,  la cultivan los nacionalistas catalanes. Cuando el PSOE se lanzaba de cabeza a la guerra civil, en 1934, Besteiro denunciaba a Largo Caballero y a Prieto: “están envenenando a los trabajadores”. Ahí está la raíz del mal, en los demagogos y envenenadores profesionales de la conciencia de los ciudadanos.  Pero la voz de Besteiro resultó muy débil, quedó ahogada por la chulería, el griterío y la violencia de sus compañeros de partido. Ahora ocurre algo similar. El envenenamiento que estamos sufriendo por parte de toda esa gente apenas tiene parangón, y la debilidad de la respuesta augura tiempos difíciles. ¡Qué fácil es echar por tierra, en muy poco tiempo, el fruto de largos años de esfuerzos constructivos! La gente no acaba de creérselo, casi nadie acaba de creérselo hasta que la tragedia llega.

    Muñoz Molina ve muy claras las cosas en la actualidad, percibe el sectarismo y la miseria moral reinantes en amplios medios de opinión, pero, y ahí está su gran error,   padece sobre el pasado la misma distorsión sectaria que otros manifiestan sobre el presente. Alude a los “bombardeos fascistas” de la guerra, como si la “aviación popular” no hubiera machacado, cuando pudo, a la población civil del otro lado, que por lo visto no merece recuerdo alguno. Menciona el Madrid que en noviembre del 1936  sonreía “con plomo en las entrañas, y en medio del dolor era la fortaleza que resistía gallardamente a la agresión del fascismo”. Ni eran fascistas los que intentaban conquistar Madrid, ni era “el pueblo” el que se movilizaba; además, aquel era también el Madrid de las checas y de Paracuellos;  y los autores principales de la defensa de la ciudad (y del enorme mito sobre esa defensa) fueron unos demócratas tan ejemplares como los comunistas  agentes de Stalin, entre ellos Líster, a quien dedicó  otro poema Antonio Machado.

   Pero no  hablo del error histórico de Muñoz Molina por  ningún prurito de estudioso. Hay dos razones para no pasarlo por alto. En primer lugar, esos mitos son del mismo tipo que llevan a los etarras al crimen, al PNV a apoyar el crimen y tratar de extraerle rentas políticas, y a los nacionalistas catalanes a hacer pactos de canallas con los asesinos y a propugnar el “diálogo” con ellos a costa de las víctimas, de la ley y de la democracia. Y los mismos comunistas, socialistas y demás, que tanto habían hecho por llegar a la guerra civil y  justificaban los peores desmanes con el cuento de la lucha “contra el fascismo”,  iban entonces de la mano con los nacionalistas vascos y catalanes, los cuales de ningún modo mejoraban a los actuales. Eran exactamente iguales en ideas, y peores en actos, pues creían tener a su alcance, por fin, el descuartizamiento de España.

    Y ahora los vemos de nuevo a todos juntos, formando una especie de cadena. El PNV apoya a los asesinos dándoles todo tipo de pretextos, ayudas políticas y hasta subvenciones, y propugnando el “diálogo” con ellos. A su vez el socialista  Pachi López propugna el diálogo con el PNV.  La Esquerra establece pactos gangsteriles con los terroristas, y Maragall mantiene sin el menor problema  el pacto con la pactante. Zapatero dice que no, pero sí. Algo los une a todos ellos, señor Muñoz Molina: su aversión a España  y su escaso aprecio a la democracia, que, creen, no vale si no son ellos quienes mandan.

    Y ahí están discutiendo sobre si ETA o Al Quaida. El salvaje atentado va contra España y contra nuestra democracia, y en eso coinciden exactamente la ETA y el terrorismo árabe, entre los cuales siempre ha habido lazos, como es bien sabido. Pero algunos creen que en un caso podrán sacar beneficios electorales, y en el otro no. Usted, señor Muñoz, invoca   un patriotismo y un civismo de izquierdas que nunca, o apenas, han existido. Lo escribió Azaña: “Lo que me ha dado un hachazo terrible, en lo más profundo de mi intimidad, es, con motivo de la guerra, haber descubierto la falta de solidaridad nacional. A muy pocos nos importa la idea nacional. Ni aun el peligro de la guerra ha servido de soldador. Al contrario, se ha aprovechado para que cada cual tire por su lado”.

Hoy,  ni aún el peligro del terrorismo y la disgregación de España sirven de soldador. En España la izquierda siempre ha sido así, con las debidas y escasas excepciones. Quien estudie sin prejuicios el pasado, podrá entender mejor el presente.